Efecto secundario busca hacer evidencia de la fusión actual entre moda y arte con un manifiesto íntimo. vivir y narrar lo innombrable, lo no pulcro, en donde hacen eco todes aquelles que me habitan, Quemándome viva en el inframundo, ¿Que soy?, ¿Quién soy?, me erizo, respiro, respiro más fuerte, se me va el aire, me apaga lo bello, me desnudo en el hueso, me desangro en la palabra, me tatuó el tendón, mastico con la encía, esputo por mis narinas y me centro, me centro en mi estómago donde se infunden líquidos negros, procesos llevados a cabos por desconocidos que contactan con mi piel y siento sus manos como espinas, al mismo tiempo  me invade la sensación de que son los mismos que colonizaron todo lo que me habita. 

Me auto invado, a veces no se ni se quien habla por mí, si es el despojo, si es el llanto de todo lo que no dejó nacer, si es la falta de litio, si es la risa hipócrita o la sincera o si son mis 3 bocas moviéndose al sonido de mis maldiciones cada mañana uniéndose en 6 labios;  

Con firmeza afirmo que me compongo de todo lo que la vida me abofeteo una y mil veces siete y que cada vez que otros se desdoblaron de mi en aquel rincón oscuro de mi habitación son las historias que llevo tatuadas en cada musculo de color rojo espeso y que hoy son la épica de mi canto por medio de Yugular, desatando suturas y desangrándonos en poesía.