La Comunicación Esencial proporciona elementos tangibles e intangibles
que definen la identidad como eje movilizador de sociedades y
organizaciones donde las interacciones son dadas desde el
relacionamiento humano, que a su vez permite estudiar potencialidades
que posibilitan el reconocimiento de otros como eje misional. Es desde
esta propuesta que entendemos el rol primordial que cumple la
Comunicación Esencial, primero, como eje creador de cultura, que
institucionaliza prácticas que se establecen como capital inmaterial de la
organización, y por supuesto como movilizador social que considera los
grupos de interés internos y externos no como unidades sino como
elementos sistémicos y holísticos que representan el capital humano.