Por medio de la producción audiovisual se toman las estrategias comerciales a favor del hiperconsumo encapsulando el hecho de que el espectador entra en una realidad imaginaria, un producto ultra procesado visualmente que estimula cerebralmente. evidenciando que por más claro que se tenga en cuenta un concepto al momento de reproducirlo, el espectador no siempre va interpretar dicho concepto a su totalidad, es decir, puede entender el concepto, pero de una perspectiva individual y singular, es el concepto más otra cosa.